El uso de sistemas de un solo uso o sistemas de uso múltiple (SUS, por sus siglas en inglés) para fabricar medicamentos y productos biofarmacéuticos ha aumentado considerablemente. Estos sistemas desechables, que suelen constar de elementos como tubos, filtros, juntas tóricas/juntas, bolsas de almacenamiento y conectores, así como componentes más complejos como biorreactores, ofrecen muchas ventajas. Facilitan una producción más rápida y flexible y son una solución rentable. También conllevan un menor riesgo de contaminación cruzada, lo que mejora la seguridad del paciente.
La implantación de sistemas de uso múltiple, en el proceso farmacéutico y biofarmacéutico, requiere una cuidadosa consideración en la selección de materiales. Es imperativo evitar el riesgo de que los compuestos químicos se filtren de los componentes poliméricos y entren en el flujo del proceso.
Tanto los sistemas de un solo uso como los de usos múltiples están bajo el ámbito de aplicación de la USP <665>, que es obligatoria y entrará en vigor el 1 de mayo de 2026:
- La USP <665> permite un procedimiento de extracción estandarizado para determinar estos posibles contaminantes mediante métodos analíticos
- La USP <1665> contiene orientaciones sobre los enfoques de evaluación de riesgos y cómo aplicar este capítulo comenzando con una evaluación inicial y una evaluación de riesgos. En función de la clasificación del riesgo como bajo, medio y alto, se aplican los procedimientos de prueba estándar de USP <665>.